![Turro´n](http://www.rondasomontano.com/wp-content/uploads/2017/01/Turro%C2%B4n-169x300.jpg)
Más allá de un producto navideño, el turrón era un postre habitual de las ferias y fiestas del Alto Aragón de la mano de artesanos turroneros que hacían las delicias de niños y mayores. El marketing ha recluido el consumo del turrón a Navidad, pese a ser un dulce que bien se puede degustar al menos durante todo el invierno. Así lo entiende la pareja Aitor Otín y María José Oliván, propietarios del obrador de helados artesanos y gourmet Elarte en Bierge y que gracias a las ayudas públicas que gestiona el Centro de Desarrollo (Ceder) Somontano, han dado una vuelta de tuerca a su negocio y sacan al mercado turrones con el sello de calidad y mimo de su marca.
Estos vecinos de Huesca pero con raíces en Bierge decidieron en 2011 volver al hogar materno para montar un obrador de helados artesanos. Un producto nuevo en la zona y que les está dando, por su calidad y originalidad, una destacada proyección en restaurantes de alta cocina y tiendas gourmet.
«Vivíamos en Huesca y no teníamos ninguna intención de vivir en Bierge en ese momento, pero sí que queríamos montar un obrador de helados. Gracias al Ceder Somontano nos animaron y montamos una empresa agroalimentaria que es mucho más complicado en un pueblo de 70 personas que hacerlo en Huesca. El Ceder estuvo detrás de nosotros en las tres inversiones que hemos realizado, y nos han ayudado en todo lo que han podido para poder funcionar», recuerda Otín.
La iniciativa empresarial echó a rodar primero con Aitor montando el obrador en Bierge y compaginando otra actividad familiar. Pronto se unió su pareja y en estos momentos Elarte ya da trabajo a cinco personas y sus helados se pueden adquirir en superficies comerciales del Alto Aragón y tiendas especializadas de la Comunidad Autónoma.
Ahora, gracias a las ayudas de los fondos Leader han podido elaborar turrones de alta calidad que salieron al mercado estas Navidades y permanecerán a disposición del cliente hasta mayo en Huesca, Jaca o Alquézar.
Se trata de cinco tipo de turrones distintos: de mazapán de castañas confitadas, de mazapán de frutas de Aragón elaborados con una base de almendras, y tres tipos de turrones más de base de praliné y chocolate (negro y pistacho garrapiñado, con leche y cacahuete, blanco y frambuesa).
De esta manera consiguen diversificar su actividad ofreciendo los turrones en invierno y en verano los helados, que cuentan con una amplia gama de más de cien sabores entre los que se encuentran algunos producidos a partir de materias primas del territorio como el tomate Rosa de Barbastro, vinos de la D. O. Somontano, quesos y yogures, productos de su propia huerta o de otras cercanas de producción ecológica, o de elaboraciones tradicionales locales como el pastillo de calabaza, o el chocolate, pan y aceite. «En verano vamos trabajando muy bien pero en invierno estamos algo más justos de trabajo y tenemos más tiempo. Así pensamos elaborar turrones y solicitamos estas ayudas para poner la primera piedra de un nuevo producto», recalca Otín.
Más de cien sabores de helados
Elarte elabora helados y sorbetes artesanos, ofreciendo una amplia gama de originales e innovadores sabores (más de cien) entre los que se encuentran algunos producidos a partir de materias primas del territorio como el tomate Rosa de Barbastro, vinos de la D. O. Somontano, quesos y yogures, productos de su propia huerta o de otras cercanas de producción ecológica, o de elaboraciones tradicionales locales como el pastillo de calabaza, o el chocolate, pan y aceite. Se trata de helados y sorbetes de alta calidad que no contienen conservantes ni colorantes, y que esta empresa vende al consumidor final y sobre todo a establecimientos de hostelería.
El año pasado abrió un punto de venta directa en Huesca en la que trabajan tres personas en temporada alta, y estudia abrir directamente nuevos mercados en las provincias y regiones limítrofes (Lérida, Navarra, la Rioja), así como otros proyectos de inversión que le permitan hacer llegar sus productos a más clientes. «La línea de crecimiento es buena, incluso superior a nuestras expectativas», señala Otín.